Bacalao con tomate: receta de la abuela
Tradición en cada bocado, el bacalao con tomate no es solo un plato, es un legado de sabor que nuestras abuelas han sabido conservar. ¿Puede haber algo más reconfortante? La mezcla de bacalao desalado y tomate frito, con ese toque casero, hace que cada comida se convierta en un momento para recordar.
Ingredientes que hablan por sí solos: bacalao jugoso, tomates que estallan en sabor, y una receta que, sin complicaciones, se ha mantenido en el tiempo. Si te animas a explorar más, descubre la receta del bacalao al horno con pimientos o déjate seducir por las albóndigas de bacalao con tomate, una versión innovadora de este clásico.
Y para aquellos que prefieren las verduras, la coliflor al ajillo se presenta como un acompañante ideal. ¿Listo para sumergirte en la historia y el sabor? Esta receta de bacalao con tomate te está esperando.
Por qué te encantará esta receta
- Herencia de sabor - Cada cucharada de este plato con tomate es un homenaje a las recetas que nuestras abuelas cocinaban con amor.
- Facilidad sorprendente - Te sorprenderá lo sencillo que es preparar un plato con tanto carácter, sin necesidad de ser un experto en la cocina.
- Personalización al gusto - Esta receta se adapta a ti; añade ese toque personal que te gusta, ya sean hierbas aromáticas o un poco de chispa picante.
Los imprescindibles en tu cocina
Para que este bacalao con tomate te transporte a los sabores de antaño, necesitarás:
- Bacalao – ¿Hay algo más esencial? Escoge lomos jugosos que hayan pasado por un buen desalado. Yo siempre me decanto por los de mi pescadería de confianza, ¡nunca fallan!
- Tomate – Nada de latas, busca tomates rojos y maduros que casi se deshagan en la mano. ¡El sabor será otro mundo!
- Ajo – Solo unos dientes, pero que sean potentes. ¿Conoces ese aroma que inunda la cocina? Eso es lo que buscamos.
- Aceite de oliva – El oro líquido, el que da vida a cualquier plato. Invierte en un buen virgen extra y notarás la diferencia.
- Y lo demás... – Sal, pimienta y las hierbas que más te gusten. ¿Te atreves con un poco de romero o tomillo? Dale ese toque personal.
¡Ah! Un ingrediente que puede convertir cualquier plato en una delicia, pero solo si lo preparamos adecuadamente. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a desalarlo y desmigarlo, ¡fue todo un arte!
- Desalado del bacalao: este paso es crucial para obtener un plato delicioso y libre de sal en exceso. Debes dejarlo en remojo durante al menos 24 horas, cambiando el agua varias veces para eliminar la sal. Si el bacalao está muy salado, puede ser necesario dejarlo en remojo durante 48 horas. Mi abuela siempre decía que el secreto para un buen plato es paciencia y amor. ¡No te precipites!
- Desmigado del bacalao: una vez desalado, el bacalao debe desmigarse con cuidado y delicadeza para evitar que se rompa en trozos muy pequeños. Si lo prefieres, también puedes cortarlo en tiras finas. Mi truco personal es usar las manos para desmigarlo, así puedo sentir la textura y asegurarme de que queda perfecto.
¡Elaboración de la deliciosa salsa de tomate!
¡La salsa es el alma de este plato! Comienza preparando un sofrito que haga bailar tus sentidos con ajo y aceite de oliva. Una vez el ajo esté dorado a tu gusto, añade los maduros y rojos, ¡los que casi se deshagan en la mano! Deja que se cocinen lentamente, hasta que estén bien hechos y hayan soltado todo su jugo y sabor.
Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a preparar esta salsa. Siempre afirmaba que el secreto estaba en ellos y en cocinarlos a fuego lento, dejando que el tiempo hiciera su magia y concentrara todos los sabores.
¡Ahora llega lo más delicioso! Agrega desmigado a la salsa de tomate y deja cocinar a fuego lento durante unos minutos. Suelo decir que está listo cuando comienza a deshacerse ligeramente en la salsa. ¡Es una delicia!
Recuerdo que mi abuela siempre añadía un poco de perejil picado al final para darle un toque de frescura. También puedes probar a añadir unas rodajas de guindilla si te gusta el picante.
¡Y ya está! Tu plato con tomate estará listo para servir. Puedes acompañarlo con un poco de arroz blanco o patatas fritas. ¡Buen provecho!
Presentación y acompañamiento
¡Ahora viene mi parte favorita! Presentar el bacalao con tomate de una forma que haga que todos quieran probarlo. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a emplatar este plato en un plato hondo, de modo que los jugos del tomate se distribuyan por todo el bacalao y lo hagan lucir aún más delicioso. ¡Es una verdadera delicia para los sentidos!
Si quieres acompañar este plato, tienes muchas opciones. Personalmente, me encanta el contraste entre el bacalao con tomate y un arroz blanco suelto. Pero si prefieres algo más tradicional, unas patatas fritas caseras son perfectas. Si buscas una opción más ligera, no dudes en probarlo con verduras a la plancha o una ensalada fresca.
¡No olvides espolvorear un poco de perejil picado por encima antes de servir! Le da un toque de frescura y color que lo hace aún más apetitoso.
Receta
Bacalao con tomate: receta de la abuela
Tiempo de preparación: 30 minutos
Saborea la tradición con esta receta de bacalao con tomate, un plato lleno de sabor y recuerdos.
Ingredientes
- 400 g de bacalao desalado
- 500 g de tomates maduros
- 3 dientes de ajo
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal y pimienta al gusto
- Un puñado de hierbas aromáticas (romero, tomillo, etc.)
Instrucciones paso a paso
- Desmiga el bacalao desalado con cuidado y resérvalo.
- Pica finamente los ajos y sofríelos en una sartén con el aceite de oliva hasta que estén dorados.
- Agrega los maduros, previamente rallados, al sofrito y cocina a fuego medio durante 10 minutos.
- Incorpora el azúcar, sal, pimienta y hierbas aromáticas a la salsa y mezcla bien.
- Agrega el pescado desmenuzado a la salsa y cocina por 5 minutos más, revolviendo suavemente para que se impregne con el sabor.
- Emplata con tomate y decora con un chorrito de aceite de oliva y hierbas frescas.