Bacalao con garbanzos y tomate
¡Embárcate en un viaje de sabor con el bacalao con garbanzos y tomate! Conquista tu cocina con esta receta fácil y rápida que te llevará directo a los sabores más auténticos de la gastronomía tradicional.
Conviértete en un maestro de los guisos sin complicaciones; sigue nuestro método infalible y sorprende a todos con un plato rebosante de herencia culinaria. Y si eres un amante de las recetas reconfortantes, no puedes perderte el auténtico caldo gallego, un abrazo en forma de plato para los días en que el frío aprieta.
Para endulzar el final, te proponemos una deliciosa receta de natillas caseras que te dejará sin palabras, y que tu Thermomix puede hacer realidad en menos de lo que canta un gallo. ¡No dejes que te lo cuenten y experimenta el placer de cocinar!
Tus ingredientes imprescindibles
Para que tu bacalao con garbanzos y tomate quede de rechupete, esto es lo que vas a necesitar:
- Bacalao – Si eres de los que valora la comodidad sin sacrificar el sabor, elige lomos de bacalao ya desalados. Si quieres experimentar el método clásico, prueba a desalarlo por ti mismo; tardará 48 horas, pero el resultado vale la pena.
- Legumbres – Para los amantes de la textura y el sabor auténtico, nada como estos secos remojados desde la noche anterior. Ahora, si el tiempo apremia, en conserva son tu salvación y quedan estupendos.
- Tomate – ¿Buscas intensidad? Elige tomates maduros y jugosos que exploten en tu boca. Si prefieres atajar, el triturado de lata es tu aliado, veloz y siempre listo.
- Cebolla y ajo – Estos no pueden faltar, son el alma de un sofrito que hará bailar tus sentidos. Pícalos con amor y verás la diferencia.
- Aceite de oliva – Invierte en un buen aceite, es el secreto para un sofrito que haga honor a nuestra tradición culinaria.
- Sal y pimienta – Dale el toque final con estos clásicos. Añádelos poco a poco y prueba hasta que esté a tu gusto, que nadie conoce tu paladar mejor que tú.
Antes de comenzar la receta de bacalao con tomate, prepararemos los ingredientes principales. Si has elegido seco, tendrás que desalarlo. ¡Yo recuerdo cuando mi abuela lo hacía! Metía el bacalao en un recipiente con agua y lo cambiaba cada 8 horas durante dos días. Ahora, si quieres ahorrarte este paso, puedes comprarlo ya desalado. Si tienes tiempo, te recomiendo usar garbanzos secos y remojarlos desde la noche anterior. Esto les dará una textura más firme y un sabor más auténtico. Pero si estás apurado, no te preocupes, los enlatados también quedan deliciosos. Solo asegúrate de escurrirlos bien antes de agregarlos a la receta.
Elaboración del sofrito: el corazón de tu plato
El sofrito es el alma de cualquier buen guiso, y en nuestro bacalao con tomate no podía faltar. Recuerdo cuando mi madre lo preparaba con tanto cariño, el aroma inundaba toda la casa y hacía que mi boca se llenara de agua.
Para empezar, pica finamente la cebolla y el ajo. Si quieres ahorrar tiempo, puedes usar un procesador de alimentos, pero yo siempre prefiero picarlos a mano para controlar mejor el tamaño.
Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén y añade las cebollas y los ajos picados. Sofríelos a fuego medio-bajo hasta que la cebolla esté transparente y el ajo haya soltado todo su aroma.
A continuación, incorpora el triturado o los picados, dependiendo de la textura que prefieras. Si optas por tomates frescos, recuerda quitarles las semillas y la piel para evitar que amarguen el sofrito. Deja cocinar por unos minutos hasta que se integre bien con las cebollas y los ajos.
Una vez listo, el sofrito estará listo para recibir el bacalao y otros ingredientes. ¡El resultado será un plato lleno de sabor y tradición!
Para servir, te recomiendo acompañar el bacalao con garbanzos y tomate con un poco de arroz blanco o una rebanada de pan casero. También puedes espolvorear un poco de perejil picado por encima para darle un toque fresco y colorido.
Cocción del bacalao y los garbanzos: el momento más esperado
¡Por fin ha llegado el momento más esperado de esta receta! El punto en el que se unen el bacalao y los ingredientes para crear una combinación perfecta.
Siempre recuerdo esa época en la que mi abuela preparaba este plato en casa. El olor a bacalao y su cocción lenta llenaba la cocina y hacía que mi boca se llenara de agua.
Así que, sin más preámbulos, ¡vamos a por la cocción de nuestros ingredientes estrella!
- Incorpora el bacalao desalado y desmigado a la sartén con el sofrito. Si has elegido ya desmigado, esta tarea será pan comido. Pero si tienes que desmigarlo tú mismo, ¡no te preocupes! Es muy fácil y el resultado merece la pena.
- Incorpora las legumbres a la combinación. Si has optado por cocerlos tú mismo, ¡enhorabuena! Tu plato tendrá un sabor y una textura auténticos. Si no, no te preocupes, los garbanzos en conserva también quedarán deliciosos.
- Cocina todo a fuego lento durante unos minutos, removiendo suavemente para que los sabores se mezclen perfectamente. Cuando veas que el bacalao está bien cocido y los garbanzos han absorbido todo el sabor del sofrito, ¡estará listo para servir!
Recuerda que puedes ajustar el tiempo de cocción según tus preferencias. Si prefieres el bacalao más hecho, puedes dejarlo un poco más, y si prefieres su acompañamiento más al dente, puedes agregarlo unos minutos antes de finalizar la cocción.
¡Ahora viene mi parte favorita, la presentación final! Creo que la presentación es tan importante como el sabor en una receta, y esta no es la excepción. Te daré unos consejos para que tu bacalao con tomate se vea tan delicioso como sabrá.
Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a presentar este plato, siempre decía que "la comida entra por los ojos". Así que, ¡manos a la obra!
Lo primero es servir el plato en una fuente ancha y poco profunda, para que se pueda ver bien todo lo que hay en él. También puedes espolvorear un poco de perejil picado por encima para darle un toque fresco y colorido.
Si quieres darle un toque especial, puedes acompañarlo con unas rebanadas de pan casero tostado o un poco de arroz blanco. Esto no solo hará que se vea más atractivo, sino que también complementará el sabor del plato.
Y recuerda, ¡la presentación no tiene que ser complicada! Con unos simples toques, puedes convertir este plato en una verdadera obra de arte culinaria.
Receta
Bacalao con garbanzos y tomate
Tiempo de preparación: 45 minutos (sin contar el desalado y remojo)
Una receta tradicional y nutritiva que combina el sabor del bacalao con el de los garbanzos y el tomate.
Ingredientes
- 400 g de bacalao desalado y desmigado
- 300 g de garbanzos cocidos o en conserva
- 2 cebollas medianas
- 2 dientes de ajo
- 400 g de tomate triturado o 4 tomates maduros rallados
- 8 cucharadas soperas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco al gusto (opcional)
Instrucciones paso a paso
- Pela y pica finamente las cebollas y los ajos. Calienta el aceite de oliva en una sartén o cazuela amplia a fuego medio y sofríe las verduras hasta que estén tiernas y transparentes.
- Agrega el tomate triturado o rallado a la sartén y cocina durante 10-15 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que el sofrito esté bien espesado y los sabores se hayan integrado.
- Incorpora el bacalao desalado y desmigado al sofrito, mezclando suavemente para que se impregne bien de la salsa y las verduras. Cocina durante 5 minutos más.
- Agrega los cocidos o en conserva a la cazuela, mezclando suavemente para no romperlos. Sazona con sal y pimienta al gusto y deja cocer a fuego lento durante 10 minutos más, hasta que se absorban los sabores del sofrito y el bacalao esté bien cocido.
- Si lo deseas, espolvorea perejil fresco picado sobre el plato antes de servir. Sirve caliente y disfruta de este delicioso bacalao con garbanzos y tomate.