Bacalao ahumado con tomate

Receta ↓ Ángela Solar

Descubre una delicia única con este plato de bacalao ahumado con tomate, una combinación perfecta de sabores y texturas. La suavidad del bacalao ahumado se une al frescor y la acidez del tomate para crear una experiencia culinaria inolvidable. Ideal para aquellos que buscan ampliar su repertorio de recetas de cocina, esta receta te sorprenderá por su sencillez y su exquisito sabor.

Los imprescindibles del bacalao ahumado con tomate

Para esta receta, necesitarás ingredientes sencillos pero clave: ahumado de primera, tomates que huelan a verano, ajo, aceite de oliva de los que dejan huella y especias que bailen al compás de los sabores.

• Pescado ahumado – No escatimes aquí, elige un ejemplar que sea suave y jugoso, que casi se deshaga en la boca. Es el alma de la receta y merece toda tu atención.
• Busca esos rojos y carnosos, que al cortarlos su jugo prometa frescura. Son el complemento ideal para él.
• Ajo – Con un par de dientes bastará, pero asegúrate de que sean potentes, para que hable con acento mediterráneo.
• Aceite de oliva – Aquí va un secreto: elige un aceite de oliva virgen extra con carácter, uno de esos que cuentan historias de olivares soleados en cada gota.
• Especias – La pimienta negra recién molida y el perejil fresco no pueden faltar. Si te atreves, un toque de orégano le va de maravilla.

¡Vamos a empezar con la preparación de nuestro delicioso ahumado con tomate! En primer lugar, desmigamos el ahumado. Siempre me encanta elegir un bacalao de alta calidad, que casi se deshaga en la boca y aporte un sabor intenso a nuestro plato. A continuación, lavamos y cortamos en dados. Los rojos y jugosos son perfectos para esta receta, ya que aportan frescura y contraste con el sabor salado del bacalao. Por último, pelamos y picamos el ajo finamente. Este ingrediente es clave en la receta, así que no dudes en usar dientes frescos y potentes.

¡Dale vida a tu plato con el sofrito perfecto!

El sofrito es el corazón de nuestro plato ahumado con tomate, ¡y es tan fácil de hacer! Comenzamos con un par de dientes de ajo, finamente picados, que sofreímos en aceite de oliva hasta que estén dorados y fragantes. La clave de esta receta es su toque mediterráneo que hará que tu plato hable por sí solo.

Una vez que el ajo está listo, añadimos los tomates, cortados en dados, y los cocinamos hasta que se deshagan y formen una deliciosa salsa. El contrapunto perfecto para el bacalao, aportando frescura y acidez, son ellos.

Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacer este sofrito por primera vez. Ella siempre decía que el secreto estaba en dejar que los tomates se cocinaran a fuego lento, para que pudieran desarrollar todo su sabor.

Si quieres darle un toque extra, considera añadir un poco de pimentón ahumado o unas hojas de albahaca fresca al final de la cocción. ¡Te sorprenderá la diferencia que puede marcar!

¡Ahora llega el momento más emocionante de nuestra receta de bacalao ahumado con tomate! Añadir el bacalao al sofrito le dará a nuestro plato un sabor y textura únicos. Asegúrate de que el sofrito esté bien caliente antes de incorporar el bacalao. Añade el bacalao desmigado al sofrito y remueve suavemente para que se mezcle bien con la salsa.

Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacer este plato por primera vez. Ella siempre decía que el secreto para un buen ahumado con tomate era sazonarlo correctamente. Así que no te olvides de añadir pimienta negra recién molida y perejil fresco picado al sofrito. Cocina unos minutos más, hasta que esté bien integrado en el sofrito y listo para servir.

• Añade el desmigado al sofrito.
• Remueve suavemente para mezclar con la salsa.
• Sazona con pimienta negra recién molida y perejil fresco picado.
• Cocina unos minutos más, hasta que esté bien integrado en el sofrito.

¡Ahora que has creado esta delicia de bacalao ahumado con tomate, es hora de presentarlo de manera impresionante!

Una de mis formas favoritas de servir este plato es en un bonito plato hondo, donde el bacalao y el tomate se mezclan en perfecta armonía. Recuerdo cuando mi madre lo hacía así, y cómo todos nos reuníamos alrededor de la mesa para disfrutar de esta maravilla culinaria.

Para añadir un toque extra de sabor y presentación, no dudes en espolvorear un poco de perejil fresco picado por encima justo antes de servir. También puedes añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra de alta calidad para realzar los sabores.

Si quieres impresionar aún más a tus comensales, considera acompañar este plato con unas rebanadas de pan crujiente o unos trozos de baguette. ¡Es perfecto para mojar en la salsa de tomate y bacalao!